El derecho a no ser torturado es un derecho humano que no admite ninguna excepción. Hay muy pocos derechos humanos así, la mayoría permiten restricciones. Pero, ¿qué significa ser torturado? ¿Qué es exactamente la tortura?
Definición de tortura en el derecho internacional
Como se podrán imaginar, la tortura es un maltrato al cual es sometida una persona. Sin embargo, no todo golpe o insulto es una tortura. Para que se considere tortura en el derecho internacional, es necesario que se cumplan con cuatro requisitos:
Primero, la tortura tiene que ser un acto que cause dolores o sufrimientos graves. No tiene que ser un maltrato físico. También puede ser mental. Pero lo importante es que cause un dolor o sufrimiento grave. Por ejemplo, es tortura una simulación de ejecución, donde una persona le dispara a otra y la persona que está siendo disparada no sabe que el arma no está cargada, que no tiene balas. Eso se considera tortura. Probablemente no es tortura una cachetada, como la que Will Smith le pegó a Chris Rock en los Oscar.
Segundo, el maltrato causado tiene que ser intencional para ser tortura. No puede ser un daño causado por negligencia, que alguien se le olvidó algo. Tiene que haber una intención de causar ese daño.
Tercero, el maltrato tiene que ser realizado con un fin. Lo más típico es una tortura que se realiza con el fin de obtener una confesión o información relacionada con un crimen. Pero este no es el único fin posible. También es tortura un maltrato grave, infringido para castigar o discriminar.
Cuarto, el maltrato debe ser cometido por un funcionario público u otra persona en el ejercicio de funciones públicas a instigación suya o con su consentimiento o aquiescencia. Tiene que haber participación del Estado, ya sea con un agente estatal, como un policía o un militar, que ellos mismos realicen la tortura, o que ellos fomenten o permitan que esta tortura ocurra.
Ejemplos de tortura
Es tortura si un guardia de seguridad de un centro de detención golpea a una persona privada de libertad fuertemente para sacarle una confesión. Pero también es tortura si este mismo guarda, en vez de hacerlo él, le dice a otra persona privada de libertad, o sea que no es un agente estatal, que esa persona golpee a otra para sacarle una confesión.
Otro ejemplo sería, si están los guardas del centro de atención y están viendo que un conjunto de privados de libertad están golpeando a una persona trans que está detenida en un centro de detención y la están golpeando por razones discriminatorias y ellos no hacen nada. Este pudiera ser un caso de aquiescencia del Estado, de estar dejando que los privados, o sea que las personas privadas, torturen a otro.
Entonces, si es un acto que causa un sufrimiento severo, que fue realizado intencionalmente para obtener un fin por funcionarios estatales o con participación estatal, es tortura. La prohibición de la tortura está incluida en la Convención Americana sobre Derechos Humanos, y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Pero además, tenemos dos convenciones específicas sobre tortura: en el sistema universal está la Convención de Naciones Unidas contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, inhumanos o degradantes, y en el continente americano tenemos la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura.
En general el concepto de tortura a nivel universal e interamericano es el mismo. Una pequeña diferencia es que en la Convención de Naciones Unidas contra la Tortura limita las finalidades que puede tener la tortura a: "obtener de ella o de un tercero información o una confesión, castigarla por un acto que haya cometido, o se sospeche que ha cometido, o de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o por cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación". Por otro lado en la Convención Interamericana se deja la posibilidad de que sea "con cualquier otro fin".
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