Los tratados internacionales pueden ser acordados en la forma en que los Estados quieran y siempre se pueden poner normas diferentes sobre el momento que las partes empiezan a estar obligadas a cumplir el tratado. Por eso siempre hay que revisar qué dice el tratado sobre cuál es su procedimiento para entrar en vigor.
No obstante, la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados contemplan cinco pasos, que son los que se usan en la mayoría de los tratados de derechos humanos.
Primer paso: negociación, redacción y adopción del texto
El primer paso para la creación de un tratado es que los Estados acuerden el texto del tratado.
Si un tratado es entre dos Estados, o sea un tratado bilateral, puede que el embajador de un Estado se reúna con el poder ejecutivo del otro Estado y entre ellos acuerden el texto. Pero si es un tratado multilateral que sea con varios Estados, lo más seguro es que se organice una conferencia internacional o varias conferencias internacionales, para que se vaya negociando el texto del tratado.
Una vez que existe un acuerdo del texto, ocurre la adopción del tratado, que es en otras palabras la aceptación del texto final del tratado.
Segundo paso: Firma
Después de la adopción típicamente se pasa al segundo paso, que es cuando el tratado está abierto para firma. La firma, es una manifestación del Estado de su voluntad de obligarse a cumplir un tratado. Sin embargo, al menos que el tratado diga lo contrario, la firma de un tratado no hace que el Estado ya esté obligado a cumplirlo.
Tercer paso: Ratificación
El tercer paso es la ratificación, que es la confirmación de la voluntad de cumplir con el tratado. La ratificación sirve como un mecanismo para asegurar que los representantes del Estado que están en Ginebra, o en cualquier otro lugar donde se haya negociando el tratado internacional, no se hayan excedido de sus competencias, al haber comprometido al Estado en cosas que el Estado no quiere comprometerse.
En muchos países, el derecho nacional exige que la ratificación de un tratado la realice el Poder Legislativo, pero eso ya depende de cada Estado y en muchos casos, de la materia del tratado.
Este proceso de ratificación, da tiempo para que el Estado internamente se organice y pueda cumplir con el tratado una vez entrado en vigor. También sirve para que nosotros, como ciudadanos, podamos dar nuestra opinión, manifestarnos si no queremos que nuestro país se comprometa a un tratado en específico.
Si un Estado no firmó el tratado, o sea, se saltó el paso dos, pero igual quiere ser parte del tratado, ya no se llama ratificación del tratado sino que se llama adhesión, que tiene exactamente los mismos efectos.
Cuarto paso: Depósito
Una vez que se realice la ratificación de acuerdo a la legislación interna, se pasa al cuarto paso, que es el depósito. El depósito es confirmar a nivel internacional que el tratado ya fue ratificado internamente. Lo que se hace es que se entrega el instrumento de ratificación, o sea, el papel donde consta que realmente se ratificó el tratado, a una persona encargada de llevar un registro de cuáles Estados ya han ratificado un tratado. Para muchos tratados, esta persona llamada despositario, es el Secretario General de las Naciones Unidas.
Quinto paso: Entrada en vigor
Finalmente, el quinto paso es la entrada en vigor del tratado. La entrada en vigor, es el momento en el que el tratado se vuelve obligatorio para los Estados partes. La entrada en vigor muchas veces está condicionada a que se hayan depositado un número de instrumentos de ratificación y/o que haya pasado un periodo de tiempo desde la ratificación.
Es importante revisar la fecha de depósito del instrumento de ratificación y la fecha de entrada en vigor del tratado. Sin embargo, siempre hay que revisar exactamente qué es lo que dice el tratado, ya que las condiciones pueden variar. Por ejemplo, un Estado que se une tarde a un tratado puede tener que esperar un tiempo adicional para que el tratado entre en vigor en ese Estado en particular.
Si un tratado ha sido firmado o ratificado, pero aún no ha entrado en vigor, los Estados que ya lo hayan firmado o ratificado tienen la obligación de no frustar el objeto y fin del tratado, aunque no estén obligados a cumplirlo como tal.
En resumen, el proceso de adopción de un tratado incluye la firma, la ratificación, el depósito y la entrada en vigor. Cada paso tiene sus propias etapas y condiciones específicas que deben cumplirse.
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